"El factor Churchill" de Boris Johnson

Boris Johnson es un antiguo periodista que fungió como alcalde de Londres. Ahora ocupa un banco en el Parlamento Inglés por parte del partido Tory (conservador), y ha llegado a México su libro “El factor Churchill”, de la mano de Alianza Editorial.

No es extraño un político británico que sea escritor. El mismo Churchill, pasando por su ilustre antecesor Disraeli, entre otros. Es una actividad perfectamente compaginable con el ejercicio del mando público y la contienda electoral, sin duda habla de una clase política acostumbrada a la reflexión.

Johnson fue uno de los más entusiastas promoventes de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y recientemente ha declinado contender por el cargo de Primer Ministro (al menos por el momento) en 2014 dio a la luz el libro que hoy nos ocupa.

No es desde luego la mejor biografía del gigante inglés. El mismo autor lo reconoce (en lo personal, recomendaría los dos tomos de Roy Jenkins) pero la intención del autor es más bien presentar tanto algunas ideas del premier británico, como explorar las razones que le dieron la fuerza interior que tanto le sirvieron a los ingleses en el momento de su máxima prueba.

Al desarrollar el carácter y el estilo churchilliano, Johnson reivindica la función del político con puro en tanto estadista, pero también lo describe como persona, con pinceladas de color sobre el uso que brillantemente hacía del doble sentido (entre nosotros seguramente hubiera entendido y practicado con éxito el albur). Y para mí el mayor mérito del trabajo (que no es para nada menor) es la acertadísima relación entre los dos Churchill (Randolph el padre y Winston el hijo) con el inventor del partido Tory como representante de las clases populares: Benjamín Disraeli. Los vasos comunicantes entre el viejo ministro de la Reina Victoria y Churchill el hijo son muy importantes para entender el conservadurismo inglés, y no había encontrado que esa liga se hiciera evidente ni siquiera en el texto de Jenkins, que fue distinguido miembro del Parlamento (pero laborista…, tal vez por eso no se dio cuenta de la relación apuntada)

El capítulo en que Johnson aborda las ideas churchillianas sobre una Europa unida es muy interesante, no solo por lo que muestra del gran hombre, sino por lo que evidentemente proyecta de sus ideas. Una Europa grande, de la que el Reino Unido sea firme socia, pero no consorte.

No presenta un Winston de piedra que mira a la historia desde un pedestal. Presenta sus debilidades y carencias (lo que no es raro en la amplísima bibliografía sobre el titán de Blenheim) y ahonda en los sucesos contradictorios o auténticos fracasos que jalonaron su carrera política, tratando de fijar su responsabilidad personal, en temas tan complejos como la tragedia de los Dardanelos o el bombardeo de la escuadra naval francesa. Un capitán en medio de la tempestad no puede ser juzgado como el apacible patrón de una panga de río.


Vale la pena el libro. El ritmo es bueno, y a pesar de errores de edición que lo afean, vale por dos, pues presenta una reflexión sobre el más grande británico mientras trasluce las ideas de un político inglés aún en activo.

Comentarios